viernes, 24 de diciembre de 2010

Consejos islámicos

Allah siempre te compensa

Cuando Allah (Alabado y exaltado sea) te quita algo, Él te compensa con algo mejor pero sólo si eres paciente y buscas complacerle. El Profeta (las Bendiciones y Paz sean con Él) dijo lo siguiente:

“Quien haya perdido sus dos ojos y lo sobrelleve con paciencia, será compensado por ello con el Paraíso”.
El Profeta (ByP) dijo en otro Hadiz:

“Aquel que pierde a un ser querido en este mundo y se resigna con paciencia buscando la recompensa de su Señor, será compensado con el Paraíso”.

Por ello, no te angusties demasiado por los problemas, porque Aquel que los decretó tiene con Él una gran recompensa: el Paraíso.

Aquellos que sufren en este mundo y están cerca de Allah serán alabados en lo más alto del cielo:

“¡La paz sea sobre vosotros! En verdad fuisteis perseverantes [en la adoración]. ¡Qué hermosa es la recompensa de la morada eterna!” (Corán 13:24).

Debemos reflexionar acerca de la recompensa que recibiremos por soportar las dificultades con paciencia.

“Estos son quienes su Señor agraciará con el perdón y la misericordia, y son quienes siguen la guía.” (Corán 2:157)

Ciertamente la vida en este mundo es corta y sus tesoros son pocos. El Más Allá es eterno y mejor, y aquel que sufre aquí encontrará su recompensa allá. Todo aquel que trabaje duro, en esta vida, encontrará tranquilidad en la otra. En cuanto a los que se aferran a este mundo y están enamorados de é, lo más difícil de soportar para ellos será perder las comodidades y riquezas porque solamente desean disfrutar de esta vida. Y debido a este deseo no reaccionan frente a las desgracias de la misma manera que los demás, y permanecen ciegos frente a su transitoriedad e insignificancia.

¡Oh angustiados, si son pacientes no perderán nada; y aunque no lo puedan percibir, estarán beneficiándose! La persona que está angustiada por las dificultades, debe reflexionar sobre el Más Allá y la recompensa de los que son pacientes y esperan.

“se levantará un muro entre ellos que tendrá una puerta. Detrás estará la misericordia de Allah y afuera Su castigo.” (Corán 57:13)

Ten en cuenta que después de las dificultades llega el alivio:
El Profeta (sws) dijo en un Hadiz auténtico: “Y recuerda que la victoria llega con la paciencia y el alivio con la dificultad".

Un poeta árabe dijo: “Algunos ojos no tienen descanso mientras que otros están dormidos, meditando lo, que, puede o no ocurrir. Por eso trata de preocuparte lo menos que puedas, porque la carga de la ansiedad lleva a la demencia, tienes a tu Señor, Quien dio solución a tus asuntos de ayer, y Él te la dará de igual manera para los que sucederán mañana”.

Otro poeta dijo: “Deja que los hechos sigan su camino predestinado, y no duermas a menos que tengas la mente despejada, que de un momento a otro, en un cerrar y abrir de ojos, Allah (Enaltecido y exaltado sea) cambia todo de un estado a otro”.


Ten siempre en mente el Paraíso, el cual es tan amplio como los cielos y la tierra

Si tienes hambre en este mundo o te sientes triste, enfermo u oprimido, recuerda la bendición eterna del Paraíso. Si lo haces, tus pérdidas serán ganancias y las dificultades que enfrentas serán verdaderos regalos. Las personas más sabias son aquellas que trabajan para el Más Allá, porque es mejor y eterno. Por el contrario, los más necios de la humanidad son aquellos que ven a este mundo como su morada eterna y ponen en él todas sus esperanzas. Verás que esas personas son las más afectadas por la angustia cuando tienen que enfrentar alguna desgracia. Serán las más afligidas por las pérdidas mundanas simplemente porque no ven más allá de sus vidas. Solamente ven y piensan en esta vida pasajera. Desean que nada arruine su estado de felicidad. Si se quitaran el velo de la ignorancia que cubre sus ojos estarían en comunión con la morada eterna, su dicha y sus placeres. Escucharían con atención cuando se les instruye sobre su descripción a través del Corán y la Sunnah. De hecho, esa es la morada que merece nuestra atención y amerita nuestra lucha y arduo trabajo, de tal manera que podamos lograr lo mejor de ella.

¿Hemos reflexionado, con atención sobre la descripción de los habitantes del Paraíso? Las enfermedades no les afectan, la angustia no les aflige, no mueren, permanecen jóvenes y sus ropas están siempre limpias y perfectas. Viven en una hermosa morada. En el Paraíso se encuentra todo lo que nunca se ha visto, oído e imaginado. El viajero pasa debajo de un árbol en el Paraíso durante cien años y aún así no se queda sin su sombra. Una morada en el Paraíso mide cien kilómetros. Hay ríos por doquier, sus castillos son amplios y sus frutos no sólo están al alcance de todos, sino que se recogen fácilmente. Hay fuentes y manantiales, lechos elevados, copas servidas a disposición, almohadones ordenados y alfombras extendidas.

“En él habrá manantiales, lechos elevados, copas servidas a su disposición, almohadones ordenados y alfombras extendidas.” (Corán 88:12-16)


Acepta la vida tal como es

Los placeres de la vida son breves y a menudo son el preludio de la angustia y el sufrimiento. La vida implica responsabilidad, es como un viaje en el cual el cambio es constante y las dificultades son incesantes en sus embestidas.

No encontrarás a nadie, ni padre, ni esposa, ni amigo que esté libre de estos problemas. Allah (exaltado y enaltecido sea) ha deseado que en este mundo se enfrenten dos fuerzas opuestas: El bien y él mal, la rectitud y la corrupción, la felicidad y la tristeza. Así, el bien, la rectitud y la felicidad son para el Paraíso; mientras que el mal, la corrupción y la tristeza son para el Infierno. El Profeta (ByP) dijo:

“Este mundo está maldito con todo lo que hay en él, excepto: El recuerdo de Allah, lo que le sigue (es decir, las buenas acciones y todo lo que Allah ama), el sabio y el buscador de conocimiento”.

Por eso, debes vivir tu realidad sin imaginarte constantemente una vida ideal, una vida libre de angustias y de arduo trabajo. Acepta la vida tal como es y adáptate a todas las circunstancias. No encontrarás en este mundo el compañero perfecto o la situación perfecta, ya que la perfección es una cualidad ajena a esta vida. Es necesario que hagamos algunas modificaciones en nuestro diario vivir, que tomemos lo que es fácil y dejemos de lado lo que es difícil, y con bastante frecuencia, debemos hacer caso omiso de las fallas y los errores de los demás.
Contempla y agradece

Recuerda los favores que Allah te ha concedido y cómo te circundan en todas las direcciones.

“Sabed que si intentarais contar las gracias de Allah no podríais enumerarlas” (Corán 14:34)

La salud, la seguridad, el alimento, la vestimenta, el aire y el agua son bendiciones que Allah te ha concedido en esta vida mundanal pero no lo adviertes. Posees todo lo que esta tierra tiene para ofrecer, pero aún asilo ignoras.

“ ...y os colmó de Sus gracias, las cuales podéis apreciar algunas y otras no” (Corán 31:20)

Posees ojos, boca, labios, manos y piernas

“Cuál de las gracias de vuestro Señor negaréis?” (Corán 55:13)

¿Puedes imaginarte caminando sin pies? ¿Te parece insignificante acaso el hecho de poder dormir profundamente cuando las aflicciones impiden que muchos concilien el sueño? ¿Has olvidado que te satisfaces con platos suculentos y agua fresca mientras que el placer de la buena comida y bebida es algo imposible para algunos, dado que están enfermos o desvalidos? Piensa en las facultades de la vista y del oído con que fuiste bendecido. Mira tu piel lozana y agradece no padecer enfermedades que la ataquen. Reflexiona sobre el poder de la razón y recuerda a aquellos que sufren alteraciones mentales.

¿Venderías tus facultades de la vista y del oído por el peso en oro de una montaña, o tu capacidad de caminar por enormes castillos? Has recibido abundantes favores y aún así simulas ignorarlo. A pesar de que puedes tener pan caliente en tu mesa, agua fresca, un sueño plácido o buena salud, sigues estando abatido y deprimido. Piensas en lo que no posees y no agradeces lo que se te ha brindado. Te ves afligido por una pérdida material aunque tienes la llave hacia la felicidad y muchas bendiciones. Es necesario que reflexiones y agradezcas.

“Y también en vosotros mismos [hay un milagro].¿Acaso no reflexionáis?” (Corán 51:2I)

Piensa en ti, en tu familia, en tus amigos y en todo el mundo que te rodea.

“Saben que las gracias provienen de Allah pero las niegan” (Corán 16:83)

No imites a los demás
No te transformes en alguien que no eres. No imites a los demás. Son muchos quienes olvidan sus propias voces, movimientos, idiosincrasias, talentos y hábitos para copiar en su forma de ser a los demás. Algunas de las consecuencias de ese comportamiento son la artificialidad, la infelicidad y la destrucción de la propia identidad.

Desde Adán hasta el último niño que ha nacido, no existen dos personas que sean exactamente iguales en su aspecto. ¿Por qué deberían ser iguales en sus modales y gustos?

Eres único, nadie ha sido como tú en el pasado y ni lo será en el futuro. Eres totalmente distinto de Juan y Úmar, por ello, no debes forzarte a imitar ni a seguir a los demás.

Avanza según tu propia naturaleza y disposición, busca siempre ser tu mismo.

“Y supo la gente cual era su abrevadero” (Corán 2:60)

“Todos tienen una, dirección a la, cual dirigirse. ¡Apresuraos a realizar obras de bien!” (Corán 2:l48)

Como fuiste creado vive y no cambies tu voz ni modifiques tu manera de caminar. Cultiva tu personalidad, siguiendo lo que se encuentra escrito en las revelaciones pero no desperdicies tu existencia imitando a los demás, ni privándote de tu individualidad.

Tus gustos y tus preferencias son exclusivamente tuyos y queremos que sigas siendo tal como eres, especialmente porque es así como fuiste creado y así te conocimos. El Profeta (ByP) dijo:

“Que ninguno de vosotros imite a los demás”.

Por lo que se refiere a las características, las personas son como el mundo de los árboles y las plantas: dulces y amargas, altas y bajas, y así sucesivamente. Su belleza y su valor pueden apreciarse si conservan su estado natural. Nuestra variedad de colores, idiomas, talentos y habilidades son signos de nuestro Creador, por lo que no debemos descreer de ello.

Deja que el futuro llegue por sí solo


“La decisión de Allah pronto llegará [el Día del juicio]; no pretendáis adelantarla” (Corán 16:1)

No te apresures ni te precipites por aquellas cosas que aún no suceden. ¿Acaso crees que es conveniente recoger las frutas antes de que maduren? El mañana no existe, no tiene realidad hoy. Entonces, ¿Por qué preocuparse por él? ¿Por qué afligirse por desastres futuros? ¿Por qué ocupar nuestro tiempo con ideas futuras, especialmente cuando ni siquiera sabemos si veremos el mañana?

Lo importante a saber es que el mañana es parte del mundo de lo desconocido, un puente que no podemos cruzar hasta que llega el momento de hacerlo. Quién sabe, quizás nunca lleguemos a ese puente, quizás caiga antes de que lo alcancemos, o tal vez lleguemos a él y lo crucemos con seguridad.

En nuestra religión no está bien visto preocuparse en demasía por el futuro ya qué lleva al desasosiego. Ésta es una actitud que el buen creyente debe evitar. Muchas personas tienen un miedo excesivo a ser pobres, tener hambre, estar enfermos o sufrir algu¬na desgracia en el futuro. Esta manera de pensar está inspirada por el Demonio y por lo tanto debemos evitarla.

“Satanás os atemoriza con la pobreza y os ordena la inmoralidad; y Allah os promete Su perdón y Su generosidad” (Corán 2:268)

Son muchos los que lloran porque creen que tendrán hambre mañana o que caerán enfermos en un mes o que se acabará el mundo en un año. ¿Acaso quien no tiene idea de cuándo morirá debe preocuparse con estos pensamientos?

Al estar ocupado con la lucha del día a día, dejarás el mañana para cuando llegue. Ten cuidado de no apegarte demasiado a las perspectivas futuras de este mundo.


El secreto de la guía
Estar contento y tener felicidad son bendiciones que sólo reciben quienes siguen el camino correcto. Muhammad (B y P) nos dejó en una punta de ese camino y en el otro extremo están los jardines del Paraíso.

“Y les habríamos guiado por el sendero recto.”
(Corán 4:68)

Cuando nos referimos a la felicidad, queremos decir lo siguiente: mantenerse en el camino recto, a pesar de poder verse afectado por dificultades en el camino, y confiar en que habrá un final feliz y un lugar en la morada del Paraíso. Como consecuencia de ello, sigue al Profeta, quien no hablaba por sus propios deseos, era inmune a las tentaciones del Demonio y cuyas palabras constituyen valiosas enseñanzas para la humanidad.

“El hombre tiene [Ángeles] custodios por delante y por detrás, que lo protegen por orden de Allah.” (Corán 13:11)

Es posible percibir la alegría de una persona correcta por sus modales y su manera de seguir el camino correcto. Esa persona sabe que tiene un Señor y un modelo a seguir en el Mensajero (B y P).

Además, tiene el Libro de Allah (Enaltecido y exaltado sea) en sus manos, luz en su corazón y una conciencia que lo alienta a hacer el bien. Por lo tanto, avanza hacia un estado superior de gozo y siempre va a luchar para mejorar.

“Ésta es la guía de Allah, guía con ella a quien Él quiere de entre Sus siervos.” (Corán 6:88)

Existen dos caminos: uno en sentido figurado y otro físicamente real. El primero es el de la fe, el cual uno transita en esta vida pasajera, una vida cargada de tentaciones y deseos. El segundo camino está en el Más Allá. Todo hombre debe pasar por ese segundo camino para poder llegar al Paraíso. El que no lo haga, caerá en el Infierno. Este camino está lleno de espinas. Quien sea guiado por el camino de la fe en esta vida cruzará con toda seguridad el camino del Más Allá pero la velocidad en que lo haga será proporcional al nivel de su fe. Y debes tener en cuenta que si alguien recibe la bendición de ser guiado por el camino correcto, sus preocupaciones y ansiedades desaparecerán rápidamente.

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