domingo, 8 de agosto de 2010

La Lengua, fuente de todos los Males

LA SABIDURIA DE UN CREYENTE SILENCIOSO

Es por eso que el Profeta (s.w.a) alabó el silencio, lo recomendó, y les pidió a sus Compañeros que lo mantuvieran, diciendo:

-“El silencio es sabiduría, pero los silenciosos son pocos’.

Y también dijo:

-“El que se mantiene en silencio será salvado”.

Y le dijo a Mu’ádh ibn Jabal (R.a):

-¿Se arroja a la gente al Fuego sobre su rostro por alguna otra cosa que no sea la cosecha de su lengua?’.

y Abú Bakr al-Siddiq, que Dios esté complacido con él, sentía tanta ansiedad por los deslices de la lengua que solía ponerse un guijarro en la boca para prevenirse de hablar. Esto es lo que me ha llevado a lugares, solía decir señalando su lengua.

-Ibn Mas`úd, que Dios esté complacido con él, había visto tanto de los peligros de la lengua que solía decir: ¡Alláhu Akbar! ¡No hay nada que merezca tanto la encarcelación como la lengua!’.

Y el Profeta (s.w.a) dijo:

-Cuando se me hizo viajar por las noches pasé al lado de personas que se estaban destrozando la cara con las uñas.

Pregunté: “Oh Gabriel, ¿quiénes son esos?” y él respondió:

-Aquellos que murmuran y difaman a la gente en lo que respecta a su honor”.

Murmurar es decir de tu hermano lo que le desagradaría si lo oyera, aun cuando pudiera ser la verdad y ya sea que concierna a su persona, actos, palabras, religión, mundo, vestido, casa, montura, o cualquier otra cosa. Cuando dices algo concerniente a cualquiera de esas cosas, y es verdad, y sabes que lo perturbaría si lo oyera, eso es murmurar. Si no es verdad entonces es calumnia, lo que es aun peor. Hace poca diferencia que el sujeto a quien se refieren esas cosas esté presente o ausente.

El profeta Muhammad (s.a.w) solía decír:

-Mucha gente hablan de ciertas cosas que no le han dado importancia en su contenido y tienen depositado un pie en el infierno y hay otras que dicen algunas palabras sin darle importancia y tienen apoyados un pie en el Paraíso.

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